No sé cuántos ángeles te quieren ayudar, pero tengo todavía la esperanza de que ninguno va a poder, desnudarte no de cuerpo, sino de alma, disfrutar ese placer...

Sé que es amor. Sí, ya lo dije alguna vez, pero no lo sentí realmente, y creo que es hoy justamente que puedo decirlo todo, sabiendo que proviene de lo más profundo. Lo digo por la confianza que te tengo y el amor inevitable que emerge sobre mí. Sé que te amo, porque lo sé. Porque realmente no tengo una razón por la cual amarte, más que porque te amo y por eso te amo, porque sí. Me encanta que sea así, que todo sea porque sí, porque el amor no tiene argumentos, ni objeciones. Cuando los tenga, ya no va a existir ese amor. Porque el amor es ciego e inexplicable, se siente y no se explica, se explica y no se siente.
Te amo y te amo cada día más, cada día un poco más y con un poco más de profundidad. Porque de un día para el otro pasaste a formar parte de mi vida de una forma que jamás me habría imaginado, conocerte de la forma que te conocí, y miranos ahora, no? Diciéndonos que nos vamos a amar para toda la vida... diciéndonos siempre, cuando los grandes te advierten desde chico que el siempre nunca es para siempre y que hasta el fin nunca es hasta el final. Diciéndonos que juntos somos el amor y el amor de lo que formamos. Qué locura siento al escribirte esto, porque es extraño sentir tantas cosas a la vez y no saber en qué pensar primero. Ni en pocas palabras, ni en un manuscrito podría explicarte lo que en tan poco tiempo siento por vos, ni cómo me siento con vos. Sólo intentar demostrártelo de las mejores formas posibles.
No hay nada más hermoso que pensarte, no hay nada más hermoso que pensar en la perfección imperfecta de tu ser, ni hay amor más profundo que el tuyo y el mío juntos. Porque llegaste en el mejor momento que podrías, en el momento que sólo vos, podías lograr llenar mi corazón y terminar haciendo que termine así, escribiéndote, pensándote, deseándote y sobre todo, amándote. 

Infinitas son las gracias, amor.


Porque te vi, te deje entrar, cerré la puerta y te elegí. 
Porque esos dos faroles pueden hacer, que si estoy fané, 
las pequeñas cosas, se bañen del brillo de esa ternura 
que transmitís cuando me mirás...